sábado, 29 de marzo de 2008

Tomasito T.

Me encontraba realizando una guardia en una clínica veterinaria de la zona sur del gran Buenos Aires, cuando se presenta al consultorio un canino, macho, de raza dálmata, de 7 años de edad. Este perro de nombre Tomás, no podía orinar y despedía por la uretra cálculos del tamaño de una cabeza de alfiler días atrás. Cuando llega Tomás a consulta ya no orinaba, los cálculos le impedían la micción.

El dueño refiere que "Tomasito" ya había sido intervenido quirúrgicamente hace años por lo mismo. Ante esta urgencia se realizan maniobras adecuadas, sondaje, medicación apropiada(dilatadores uretrales, antibióticos, porque dejabamos la sonda puesta, fluídoterapia). Lamentablemente la única sonda que entraba en la uretra de Tomás era una tom-cat, la que se utiliza para sondear uretras de gatos. Además se sugiere dieta líquida (igual Tomás no comía) y el volumen de orina era muy poco.También tomo una muestra de orina para analizar.

En los días que siguieron "Tomasito" evoluciona favorablemente, se le dió una dieta especial, pero los análisis dieron positivos a cristales de oxalato. Tomás continúa unos días con el tratamiento alopático(antibióticos,fluidoterapia y dilatadores), si bien había una mejoría no era lo que se esperaba y continuaba sondeado, sin la sonda no podía orinar. Igual la sonda que ahora tenía Tomás ya era más para un perro de su talla.

Se sugiere al dueño entonces hacer un tratamiento homeopático, de hecho se empieza con árnica, por el contínuo traumatismo de la uretra por la sonda. Esta era una alternativa antes de someterlo a una cirugía para la que Tomás no estaba preparado y cuyo post-operatorio podía tener resultados desfavorables. De hecho hace un par de años ya se lo había sometido a una cirugía de este tipo, nada más que en esta ocasión era candidato para la amputación de pene, con todas sus consecuencias (constricción, estrechez cicatrizal).

Se decide prescribirle a Tomás: Nitric Acidum, con lo que empezó a expulsar los cálculos de manera muy rápida, pero la estrechez uretral continuaba. Ya se habían suspendido los dilatadores uretrales, pero no los antibióticos porque aún no lo podíamos liberar de la sonda. Se decide entonces cambiar el Nitric Acidum por Cantharis, por ahora lo urgente era liberarlo de la sonda. Liberamos entonces a Tomás de la sonda. Un mes estuvo con cantharis sólo y se le pide al dueño realizar una nuevo análisis de orina, la estrechez uretral persistía, pero la uretra estaba permeable. Los resultados de los análisis esta vez tampoco eran alentadores, la presencia de cristales de oxalato persistía, aunque el cuadro clínico aparentemente evolucionaba bien.

Se decide entonces indagar más en el interrogatorio acerca de Tomasito y esto fue lo que dijo el dueño:

Tomasito es un perro bueno como el solo, nunca se queja, es compañero. Pero nunca quedó bien despues de la cirugía. Además le encantan las cebollas crudas. A mi el veterinario que lo operó me dijo que esta raza padecía esta enfermedad.

El interrogatorio fue corto pero muy provechoso para mí. Se le prescribe entonces a Tomás otro medicamento: THUJA. Igual preferí no sacarle el cantharis que tanto nos había ayudado. Al mes de este último tratamiento, Tomasito orina muy bien, al fantasma de la estrechez uretral lo estábamos venciendo. Se le solicita al dueño un nuevo análisis de orina, pero el dueño tenía miedo que vuelvan a salir mal y decide no hacerlos.

Tres meses despues Tomás continúa muy bien, con dieta especial y THUJA únicamente.